10 de diciembre de 2014

Entrevista para Libroteca



Me entrevistó Eugenia Zicavo para Libroteca. Hablamos de cine, sexo, pudor y mis dos últimos libros.


9 de diciembre de 2014

Poemas con animales, viernes 12 de diciembre 2014





Poemas con animales
a cargo de Pedro Mairal y Alejandro Crotto

Un recorrido por ballenas, caballos, perros, insectos y etcéteras 
en las palabras de Watanabe, Ponge, Guimaraes Rosa, Juan L. Ortiz…

Viernes 12 de diciembre, de 19:30 a 21 hs. 

En Zenba - Arévalo 2274 CABA

Informes
4774-1169 / 4776 8130
info@zenba.com.ar 

7 de octubre de 2014

El subrayador - en Chile






Ya está en librerías de Chile mi libro El subrayador (publicado en Argentina como El equilibrio). Lo sacó la editorial Laurel. Va la contratapa del gran Zambra:


«Si uno diluye un buen poema en un litro de agua consigue un cuento regular», dice en este libro Pedro Mairal, y enseguida agrega, sin ironía: «Si uno diluye ese cuento en diez litros de agua, consigue una novela innecesaria». Hay que decir que Mairal ha escrito cuentos formidables y novelas muy necesarias, pero en estas columnas prevalece la mirada del poeta: cierto desdén por el tremendismo, la palabrería, la alharaca. El adjetivo que me viene a la cabeza para describir su tono es bonhomía, que el diccionario de los españoles define como afabilidad, sencillez, bondad y honradez. Algo de todo eso hay en El subrayador, aunque estoy seguro de que Mairal encontraría una palabra menos resbalosa, pues, como dice por ahí, «al final lo que importa es la lengua que usa la gente para escribir en las paredes del baño».

Hay en estas páginas, desde luego, mucho humor, casi siempre de ese que surge sin buscarlo, cuando la escritura, venturosamente, se vuelve un modo de prolongar las conversaciones solitarias. El subrayador es un libro sobre alguien a quien se le ocurren poemas en el colectivo y cuentos cuando anda en taxi, alguien que quizás hacia el final de alguna caminata arma estas columnas susurrantes y medio milagrosas.

Los temas son deliciosamente misceláneos: la paternidad, los demasiados libros, los conflictos vocacionales, los trajines del amor y la amistad, y sobre todo el deseo de aprender, de pronto, un poco más sobre el mundo. No creo que sea posible aludir a este libro sin pronunciar, aunque sea a la pasada, la palabra sabiduría.

Yo no diría que Mairal vive para narrar: en algún momento, después de vivir intensa y silenciosamente, después de absorber, de calar sin pausas ni prisas el presente, Mairal decide narrar, y lo hace con tanta precisión, tan perfectamente adentrado en la experiencia, que es difícil no creerle; no creerle todo, digo.

Alejandro Zambra



1 de septiembre de 2014

El gran surubí - completo online

Ya está en las librerías, en papel. Pero acá va completo online y como salió en Orsai.




EL GRAN SURUBÍ, de Pedro Mairal. 
Ilustrado por Jorge González

























16 de julio de 2014

Dentro del poema - agosto 2014

Taller de lectura de poesía

Coordinado por Pedro Mairal y Alejandro Crotto
Del 7 de agosto al 30 de octubre
Los jueves a las 19hs, en Callao 868 - Usina Creativa Callao

Programa:

1. Giannuzzi - Gonzalo Rojas
2. Fabián Casas - Sergio Raimondi
3. Haiku
4. César Mermet
5. Pablo Neruda
6. Poemas sobre animales
7. Héctor Viel Temperley
8. El soneto
9. Ted Hughes y Silvia Plath.
10. Canto V del Infierno de Dante
11. García Lorca.
12. César Vallejo

info: tallermairal@gmail.com

31 de enero de 2014

Maradona (Accumulated)

(gracias Martín Wilson por traducir esto al inglés)
Pedro Mairal

I have always been obsessed with the famous goal Maradona scored against England. I never get tired of watching it over and over again. There, Diego turns like a little eel, he turns away from trouble, little squat man , like an Amazon hunter, dodging plants, jumping mats, intrudes, getting through the hole of European tempo. Cheeky, runs like a child. He is a wity wily and his rivals try to stop him like outraged adults. Maradona runs like an outlaw, avoiding the moral righteousness of the northern hemisphere. He drains through, he filters and yet often he doesnt touch the ball, he lets her go, he releases her till getting her safe to the net. He passes the ball to himself, to the same self he´ll find forward, more ahead jumping over the defender after dribbling, the change of pace. Our hero rushes, falls, and the arquitects of the fair play cathedral  have no more remedy than to bring him down. But he is like a rascal that robbed, takes his booty away and keeps on the run. The brits seem in plaster, playing at some other game, as if the rules of the sport they once invented have suddenly been changed. They can´t understand nor foresee latin individualism; Maradona never passes the ball to Valdano, the companion next to him. It all takes 9 seconds. He scores. he even eludes the cameraman. Not even his teammates can reach and hug him.



***

( Siempre me obsesionó el famoso gol de Maradona a los ingleses. No me canso de verlo una y otra vez porque Maradona corre ahí como un cazador amazónico, esquivando plantas, saltando matas, se inmiscuye, se cuela por el tiempo europeo (el tempo, el timming). Pícaro, corre como un chico, es un chico y los rivales lo marcan como adultos indignados. Maradona corre como fuera de la ley, eludiendo la rectitud moral del hemisferio norte, se escurre, se filtra, y a la vez no toca muchas veces la pelota, la deja ir, la libera hasta ponerla a salvo en el arco. Se la va pasando a sí mismo, al sí mismo que va a estar más allá, más adelante después de saltar al defensor, después del sobrepique, del cambio de ritmo. Se precipita, se cae, y a los cultores del fair play no les queda más remedio que faulearlo, pero como es un chico que se la robó, se la lleva y se la sigue llevando. Los ingleses parecen enyesados, parecen estar jugando a otra cosa, como si de repente les cambiaran las reglas de ese deporte inventado por ellos mismos. No entienden ni preven el individualismo latino; Maradona nunca se la pasa a Valdano, el compañero que tiene al lado. Todo dura 9 segundos. Mete el gol. Elude hasta al camarógrafo. No lo pueden alcanzar ni los compañeros de equipo para abrazarlo.)