30 de enero de 2011

Verano en la ciudad a bordo del 160

.
por Marina Kogan

De marzo a diciembre, en el colectivo 160, se ven jóvenes con carpetas de dibujo, chicas con su indumentaria diseñada, lentes de cine independiente, maquetas de edificios soñados, y sueños con plantas, organismos, estrellas y teorías matemáticas.
También, jóvenes que esperan terminar el ciclo básico con algo de ansiedad por empezar su carrera y estar enserio en la facultad.
O no. Jóvenes que simplemente van y vienen y ven por la ventana del 160 (A) cómo pasan los días entre el Río de la Plata y los aviones de Aeroparque.

Entre enero y marzo, alrededor de las siete de la tarde, en el 160, olor a transpiración mezclado con el cloro de una pileta masiva, musculosas y bikinis, ojotas para todos, piel bronceada y lentes de sol. Chicas sueñan con chicos mientras ellos las miran pasar antes de sumergirse en el agua y por qué no unos besos, entre conversaciones que quizá empezaron al sol, en el borde de la pileta, entre mate y mate de un termo que se termina en el colectivo, antes del saludo que los despide cuando uno tiene que bajar.
O no. Jóvenes que simplemente van y vienen y ven por ventana del 160 (A) cómo pasan los días entre el Río de la Plata y los aviones de Aeroparque.

27 de enero del 2006